Digámoslo clarito, sin rodeo, que no quede lugar a dudas: el affaire de la cárcel de El Rodeo desnuda la incapacidad y la corrupción del régimen podrido y agotado; clama cambio en Venezuela. Cambiémosla. La decisión está en nuestras manos, que no falle la voluntad. Se aproxima 2012.
Sin rodeo. La Guardia Nacional Bolivariana hoy luce sin mística y con un grado insostenible
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