Así dice el Señor: “Maldito el hombre que pone su confianza en el hombre, y de la carne hace su apoyo, y se aleja de Dios su corazón”. (Jeremías 17,5) Bendito el varón que confía en el Señor, y cuya confianza es Dios. (Jeremías 17:7-8)
En este hermoso, bendito y santificado día sábado por el Señor; finaliza para mí según sea su voluntad
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